Se sabía que alimentar al niño con biberón, en vez de al pecho, supone un claro aumento del riesgo de obesidad. Ahora se ha profundizado en el tema, y la conclusión más importante es que la clave parece estar en el contenido en proteínas de la leche, ya que la maternizada puede contener hasta el doble que la materna. Dado que le niño obeso será un adulto obeso, parece claro lo que hay que hacer.
Seguir leyendo...
Seguir leyendo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario