Pero no es una receta de cocina, sino una costumbre a adquirir y mantener: no hacer otra cosa mientras se come. Ni ver la televisión, ni leer, ni andar, ni ninguna otra distracción que impida al cerebro darse plenamente cuenta de que estamos comiendo. Si lo distraemos, no asumirá al cien por cien que hemos comido y, además de comer una mayor cantidad, al poco tiempo reclamará más comida. Y el resultado lo notaremos cuando nos subamos a la báscula.
Seguir leyendo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario